Para entender la pelecha forzada, lo primero es conocer la pelecha natural, o pérdida
parcial de plumas, este, es un fenómeno que se produce
anualmente en todas las aves, y que coincide con el comienzo del otoño.
Sin embargo, las ponedoras comerciales no comienzan a pelechar hasta después de
cumplir con un largo período de postura. Se caracteriza por desarrollarse en forma
bastante gradual, pudiendo durar de 6 a 15 semanas, periodo durante el cual las gallinas
reducen su postura significativamente.
Este proceso puede ser acortado a través de un programa de pelecha forzada, en el cual
las gallinas pierden parte de sus plumas en forma rápida, dejan de poner huevos
totalmente en un lapso de 3 a 5 días y, luego del comienzo de la formación de las nuevas
plumas, mejoran su condición general y reinician rápidamente la producción de huevos,
permitiendo, además, mejorar la calidad y tamaño del huevo.
Durante los días que toma la pelecha forzada se provee a las gallinas una dieta especial
consistente en una menor cantidad de nutrientes que la dieta habitual.
El protocolo bien realizado no causa en las aves sufrimiento, estrés prolongado,
deshidratación, desnutrición o canibalismo.
Las aves que son incluidas en este proceso son evaluadas previamente. No son parte de
éste aquellas que estén con: compromiso de su estado general, presencia de lesiones o
heridas, signología clínica de cuadros infecciosos o metabólicos u otros estados de
anormalidad.
Fuentes:
- Guía de Buenas Prácticas sobre Bienestar Animal en los Diferentes Sistemas de
Producción de Huevos, Ministerio de Agricultura.
Servicio Agrícola y Ganadero. Santiago de Chile, 2018. - Pelecha Forzada de Gallinas Ponedoras, Miguel Capella S., lng. Agr, Ph. D., Programa
Producción Avícola, Instituto de
Investigaciones Agropecuarias (INIA), 1980.