El bienestar animal es un tema complejo con múltiples dimensiones científicas, éticas, económicas, culturales, sociales, religiosas y políticas. Se trata de un asunto que suscita un interés creciente en la sociedad civil y constituye una de las prioridades de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Las directrices que guían a la OMSA en materia de bienestar de los animales terrestres incluyen las «cinco libertades». Enunciadas en 1965, y ampliamente reconocidas, describen las expectativas de la sociedad en cuanto a las condiciones a las que están sometidos los animales cuando están bajo el control del hombre, es decir:
- libre de hambre, de sed y de desnutrición
- libre de temor y de angustia
- libre de molestias físicas y térmicas
- libre de dolor, de lesión y de enfermedad
- libre de manifestar un comportamiento natural
Según el Código Terrestre de la OMSA, el bienestar animal se ocupa “del estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”.
Un animal experimenta un buen bienestar si está sano, cómodo, bien alimentado, en seguridad, y si no padece sensaciones desagradables como dolor, miedo o desasosiego y es capaz de expresar comportamientos importantes para su estado de bienestar físico y mental.
Un buen bienestar animal requiere prevenir enfermedades, cuidados veterinarios apropiados, refugio, manejo y nutrición, un entorno estimulante y seguro, una manipulación correcta y el sacrificio o matanza de manera humanitaria. Mientras que el concepto de bienestar animal se refiere al estado del animal, el tratamiento que recibe se designa con otros términos como cuidado de los animales, cría de animales o trato compasivo.
Fuente:
- Código Sanitario para los Animales Terrestres, Organización Mundial de Sanidad Animal, primera adopción en 2004; última actualización en 2019